Reflexiones personales del 2013
En este mundo globalizado y excesivamente informatizado donde los valores se olvidan y el consumismo bestial cuantifica las acciones y los pensamientos de los hombres, donde la soledad nos desnuda frente a una pc y donde la pertenencia a la familia es solo un lejano eco del pasado lleno de hipocresía y paciencia. Donde la violencia asalta la vida de las personas sin avisar y donde la vida y la muerte son una cuestión de suerte. Donde vivir y pensar en salud depende de las corporaciones alimenticias y medicinales para enfermarnos y empastillarnos convenientemente mientras comemos el yogur con el 50 por ciento más de calcio rodeados de cadáveres sacrificados de animales y donde toda esa energía malsana la masticamos, la ingerimos y la cagamos sin darnos cuenta por qué cada día nos sentimos peor... Mientras nos preocupamos por la batería del celular y del ultimo modelo que te recuerde a qué hora debemos tomarnos el ansiolítico a tu alrededor no hay agua, no hay luz, no hay árboles, no hay flores, no hay mariposas porque el planeta agoniza. Mientras nadie piensa, ni se educa sino que alegremente se somete a la ignorancia facilista de consumir y ser uno más... el tiempo corre cada vez más rápido, solo es una variable más de un sistema de elecciones que hacemos de nuestra vida para construir nuestra propia matrix en Nueva Zelanda ya se festejó el fin de año y ya están viviendo en el 2014. Y dado que este mundo, absolutamente disparatado y agonizante, que virtualiza la realidad yo ya estoy viviendo el 1º de enero. En definitiva nada existe, nada importa y la vida es breve. Los cambios universales se pueden realizar en la medida que cada uno desee elegir y comprometerse en su propio camino. Mi deseo es que PIENSEN y ELIJAN, que tengan CONFIANZA en sí mismos y no traicionen su ESENCIA y que la LIBERTAD nos compromete más en las obligaciones que en los derechos. Desde Nueva Zelanda 01/01/2014
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